Tecnología Difusión Ibérica, a la cabeza del futuro del análisis enológico

Algunos de los productos de TDI

Tecnología Difusión Ibérica, a la cabeza del futuro del análisis enológico

Blas Martínez, director técnico y responsable de Exportación de TDI“NUESTRO OBJETIVO ES EL DESARROLLO DE EQUIPOS QUE DEMOCRATICEN LA ENOLOGÍA Y SE ADAPTEN A LAS NECESIDADES Y A LA CALIDAD DE CADA LABORATORIO O BODEGA”

Si existe un sector con necesidades específicas y muy concretas en la industria vitivinícola es el de la analítica enológica. Y, ante ello, ¿qué mejor que descubrir sus entresijos de la mano de la primera empresa de analítica enológica que existió en España? Tecnología Difusión Ibérica (TDI) nos abre las puertas de su casa para enseñárnosla en profundidad y mostrarnos la gama más amplia de productos que existe: la suya.

Desde sus inicios, TDI ha sido pionera en el mercado español de la analítica enológica, un mercado en el que en 1986, año en que Jorge Subirana fundó la empresa, todavía estaba todo por hacer: “Desde TDI ofrecemos y damos soporte a la enología. Sobre todo, a la rama más química a través de la automatización de los equipos, tanto en laboratorio como en bodega”, nos explica Blas Martínez, director técnico y responsable de Exportación de TDI.

La empresa es la creadora de la técnica de analizadores químicos, quien mejor la conoce y quien mejor la domina. Desde su fundación no ha parado de aportar novedades enológicas: en 1994, los analizadores químicos secuenciales (enzimáticos y colorimétricos); en el 2002, los analizadores de infrarrojo medio (IRTF) tras haber colaborado en su desarrollo y puesta a punto en Francia desde 1997; y en 2006, TDI industrializa un sistema de filtración rápida para mostos en recepción de vendimias, el Mostonet.

“El mercado de la enología precisa de productos muy específicos y eso es lo que nosotros ofrecemos”, aclara Martínez. Al ser una empresa de carácter familiar, TDI ofrece esa flexibilidad tan necesaria en un mercado como el vitivinícola, sin olvidar jamás la calidad, el rigor y los medios de una gran sociedad.

Y a pesar de ser y mantener ese carácter de empresa familiar, TDI cuenta con unas instalaciones desde 2016 que nada tienen que envidiar a una multinacional. Ese mismo año la empresa duplicó el tamaño de sus anteriores instalaciones con el objetivo de ofrecer el mejor servicio posible a todos sus clientes.

La gama más completa del mercado

Si algo hace especial a TDI es su adaptabilidad, pues ofrece la gama más amplia de productos que pueden ir desde el analizador más sofisticado hasta un sencillo valorador. Además, es la única empresa capaz de ofrecer a la vez analizadores químicos (enzimáticos y colorimétricos), reactivos específicos para enología, valoradores y analizadores por IRTF. Solamente ellos pueden decir que son la única empresa en el mundo dedicada exclusivamente a hacer material enológico.

Blas Martínez, director técnico y responsable de Exportación de TDI“Si profundizamos en nuestros productos, para empezar debemos hablar de la gama de equipos de IRTF, infrarrojos para la medida física, (Bacchus 1, Bacchus 2, Bacchus 3 y Bacchus 3 MultiSpec)”, señala el director técnico y responsable de Exportación de TDI. Todos ellos están destinados especialmente para el análisis en controles de maduración, recepción en vendimias, mostos y mostos en fermentación, vinos terminados y vinos dulces naturales. “En esta línea, el equipo NIR para la medición de alcohol, su densidad y extracto seco (AlcoQuick 4000) se basa en un procedimiento de medida por espectroscopia, que permite una medida directa del etanol en vinos, utilizando longitudes de onda escogidas especialmente en el infrarrojo cercano (NIR)”.

Otro gran grupo de equipos son los analizadores automáticos químicos, con la gama Miura como protagonista (Miura One para pequeñas bodegas y Miura 200 para un alto rendimiento), que reemplazan al pionero LISA 200 y el analizador semiautomático Jolly 102 Color. Tanto los Miura como el Jolly realizan análisis químicos de tipo enzimático, colorimétrico y turbidimétrico para todo tipo de vinos y mostos. “Estos equipos precisan de material suplementario, reactivos y patrones, que tienen como resultado final un producto más completo. Según las necesidades de cada cliente, asesoramos cuáles son los equipos y los complementos que mejor se adaptan”, subraya Blas Martínez.

“Por otro lado, tenemos una gama de titradores. En ella ofrecemos un modelo (ATP 3000) para grandes laboratorios que calcula el pH y la acidez total a alta velocidad, otro modelo más genérico (FLASH) que puede adaptarse a pequeñas y medianas bodegas para el análisis del pH, la acidez total y el sulfuroso libre y total y el valorador Eno20, en sus dos versiones manual y automático que permite el análisis de los sulfurosos. Nuestra gama se completa con analizadores más concretos y específicos como el CrioSmart para la estabilidad tartárica, el DE2000 para la extracción del alcohol y la acidez volátil y el filtrador MostoNet.»

En esta línea de cosas, siempre merece la pena recordar que TDI cuenta con la gama de reactivos enológicos más completa del mercado “que cubre tanto la parte enzimática como la colorimétrica”, especifica Blas Martínez. Inicialmente TDI fabricaba en Francia e Italia toda la gama de reactivos, pero desde 2010 se decidió trasladar la producción a las instalaciones centrales en España: “Los reactivos son material muy sensible, por lo que repatriamos toda la fabricación para ser más eficaces y rápidos, teniendo el control total de la producción y evitando así, errores. Desde entonces tenemos mayor capacidad de reacción ante los problemas ya que para nosotros es fundamental estar siempre al lado de nuestros clientes y ayudarles ante cualquier sorpresa”.

La Política de Calidad, fundamental


Blas Martínez, director técnico y responsable de Exportación de TDINuestra Política de Calidad se basa en la eficiencia en el servicio y la rapidez», afirma orgulloso el director técnico de la empresa. La dirección de Tecnología Difusión Ibérica está comprometida a establecer, implantar y mantener actualizada una Política de Calidad mediante el Sistema de Calidad definido según la Norma de referencia ISO 9001:2015. En este sentido, las actividades que TDI se compromete a realizar con efectividad son la comercialización de analizadores para enología, la fabricación y comercialización de reactivos y el servicio de asistencia técnica.

“Desde TDI asesoramos al cliente desde el primer contacto. Conocemos sus necesidades y le ofrecemos lo que realmente necesita. En algunas ocasiones nos encontramos con demandas que no se corresponden con las necesidades reales. Nuestra función es escuchar, entender qué busca y qué precisa medir el cliente y, al final, ofrecerle la mejor solución y la que más se adapta a su trabajo”, explica Martínez.

Para aconsejar el instrumento más adecuado a cada necesidad y realizar su buen mantenimiento, el servicio de atención al cliente de TDI funciona en campaña, casi 24 horas, los 7 días de la semana: “Nuestra política de actuación siempre es la misma, si podemos solucionar el problema por teléfono y con la mayor brevedad posible, lo hacemos. El cliente no habla nunca con una centralita, habla directamente con un técnico que le asesora sobre cómo solucionar el problema a distancia o a través de nuestro sistema remoto. Si se precisa la intervención presencial del técnico, ese es el siguiente paso”.

TDI cuenta con cinco puntos de asistencia técnica, uno en Madrid, otro en Barcelona, otro en Logroño, uno más en Ciudad Real y un quinto en París. El stock de piezas de repuesto es lo suficientemente amplio como para que la mayoría de las reparaciones puedan hacerse en menos de 48 horas: “Estamos muy orgullosos de poder decir que en el 98% de los casos en que los técnicos acudimos a solucionar un problema, lo reparamos al momento. Contamos con stock para el 80% de las piezas a reparar de nuestros equipos. Ese 20% restante son piezas que rara vez se estropean al ser componentes mecánicos de la propia estructura del equipo”.

Llegar, reparar y que el cliente pueda seguir trabajando, ese es el objetivo: “Poder conseguir esto en un sector como el vinícola es primordial ya que la pérdida económica que se puede producir al tener las máquinas paradas 1 solo día en época de vendimia es enorme”, puntualiza el director técnico.

Investigación y desarrollo, la clave

Otro de los grandes puntos fuertes de TDI es su compromiso con la investigación. “Siempre investigamos, el departamento de I+D es esencial y gracias a él hemos hecho grandes avances y hemos lanzado innovaciones muy potentes. En 2017 se incorporó al equipo de investigación de la empresa Mario Weibel, doctor en ingeniería química e investigador de amplio recorrido, que trabaja intensamente en el perfeccionamiento de los reactivos que ya tenemos y en los que en un futuro tendremos, así como en el desarrollo de otros campos y nuevos productos. Además, en TDI estamos especializados en la adaptación de equipos de otros sectores, sobre todo del ámbito clínico. Los estudiamos, los adaptamos al sector enológico y pedimos a su fabricante que nos realice las modificaciones pertinentes. En este sentido, estamos trabajando en el desarrollo de softwares para poder realizar aplicaciones que hasta ahora no se podían hacer. Para poner un ejemplo, actualmente estamos trabajando en la técnica LED aplicada a nuestros analizadores Bacchus”.

Las necesidades del enólogo, siempre presentes

La analítica enológica es una asignatura relativamente nueva en el sector, pero suficientemente extendida como para que cualquier enólogo no cuente con ciertos equipos. “Para analizar de forma completa toda la parte de los ácidos y azúcares del vino y mosto un enólogo debe contar, como instrumentos básicos, con un pequeño titrador y un fotómetro. El valorador Eno20 siempre nos ha abierto muchas puertas en bodegas pequeñas ya que con un solo equipo se puede analizar el sulfuroso libre y el sulfuroso total, eliminando por completo el problema de la apreciación del viraje y de las interferencias fenólicas”.

Aunque muchas bodegas pequeñas buscan sistemas manuales, en muchas ocasiones TDI les asesora con equipos automáticos ya que la rapidez y la eficacia es muy superior: “Estas bodegas pequeñas a veces tienen más de 200 barricas a controlar y analizarlas una por una es una pérdida de tiempo innecesaria, además del ahorro económico en reactivo que supone un sistema automático o semiautomático. Un solo kit, en el más pequeño de nuestros analizadores Miura, puede realizar hasta 400 análisis. Si se hace por espectro, este mismo kit sólo llega hasta 25 análisis”.

Pero en este marco, ¿qué papel juega el precio en el mercado español? “Es un factor muy importante. Es un mercado competitivo pero los precios deben justificar todo lo que hay detrás de un equipo: la investigación, los trabajadores, la calidad, la fabricación… Un precio demasiado reducido puede desencadenar en un juego peligroso donde se eliminan los márgenes necesarios para que las empresas funcionen. Por ello, sería necesario cambiar el chip y entender qué hay detrás de los servicios y equipos enológicos”.

Análisis enológico y seguridad alimentaria

La seguridad alimentaria no hace referencia únicamente a la disponibilidad de alimentos, sino que también engloba el acceso de las personas a ellos y el aprovechamiento biológico de los mismos. Por ello, esta seguridad es fundamental también en el sector vitivinícola: “El conocimiento es poder. Las funciones de análisis y control de lo que sucede en el vino responden a las necesidades de la seguridad alimentaria. Que un vino se pique, que las máquinas utilizadas sean las correctas para que no se mezclen componentes, que en las botellas no aparezcan inconvenientes, que la segunda fermentación no conlleve problemas sanitarios…

El analizador químico de alto rendimiento Miura 200 es una de las joyas de la corona de TDI. La empresa sigue investigando para optimizar sus cualidades.


Tener el control sobre todo el proceso de producción se consigue mediante sistemas de análisis y TDI ofrece todas las herramientas para garantizar este control”.

España, ¿al mismo nivel que el resto del mundo?

España es uno de los países con mayor tradición vinícola, además de ser uno de los mayores productores del mundo, pero ¿se traduce esto en una posición enológica privilegiada? “El nivel de equipamiento de las bodegas españolas es bueno. Desde TDI estamos presentes en Francia, Italia, Portugal, Chequia, Hungría, Grecia y Croacia, entre otros, y nos encontramos en proceso de entrar en el mercado alemán y el australiano. Si bien es cierto que tanto en Italia como en Francia tienen una filosofía de análisis enológico mayor y que sus laboratorios están extremadamente bien equipados, España no está tan lejos de ellos. Obviamente, podríamos decir que todavía nos falta un poco, pero no nos debemos infravalorar ya que son pocas las zonas donde las bodegas están más avanzadas que las nuestras. En este sentido, de todos modos, el cambio en la última década ha sido enorme. La filosofía actual del enólogo es muy distinta a la de hace 15 años, cuando yo llegué al sector. Por aquel entonces sólo querían -o podían- investigar las bodegas de mayor tamaño, pero ahora hasta las bodegas más pequeñas hacen sus investigaciones y un seguimiento exhaustivo de su proceso de elaboración. La demanda de equipos enológicos ha aumentado en sobremanera debido a este mayor interés y, sobre todo, al incremento de la calidad de los vinos. De todas formas, queda mucho por hacer y mucho camino por recorrer”.

Productos TDI

El futuro de la enología

El anhídrido sulfuroso es un compuesto químico de azufre y oxígeno, el aditivo más ampliamente utilizado en vinificación y también el que más polémica está suscitando en los últimos años. Tal y como indica Blas Martínez, la obtención de sulfurosos no nocivos es una de las investigaciones que más interés suscitan en el sector. En este sentido, el desarrollo de nuevos reactivos irá ligado a estas investigaciones.

“Tengo mucha confianza en el desarrollo de sistemas de infrarrojos ya que creo que pueden ser un ‘boom’ muy grande para el sector: nuevos analitos, nuevas investigaciones… En mi último viaje a Australia varios clientes se interesaron por estos equipos pero, sorprendentemente, no los querían para medir el vino sino para controlar la maduración de la uva. Así, hasta ahora la analítica era solo para el control ‘posterior’ pero, a partir de ahora, debe ser también para un control ‘anterior’. Para ello, debemos mejorar las técnicas aplicadas actualmente y desarrollar nuevas fórmulas de análisis ya que en estos momentos solo controlamos el 60% de los parámetros”.

En otra línea de cosas, el cambio climático está cambiando la forma de hacer y analizar el vino, “lo que debería transformarse en una mejor gestión, tanto en la propia vid como en el laboratorio», puntualiza Martínez. Un ejemplo de ello es «la necesidad de aumentar los análisis de la uva durante su proceso de maduración, en el mosto y en el propio vino. Es decir: adelantarnos y conocer qué sucede en las uvas desde que están en la viña para entender por qué pasa lo que pasa más tarde”.
Este cambio climático está cambiando las fechas de vendimia y está aumentando el grado alcohólico de la uva, con el problema ampliamente conocido del desfase entre la madurez tecnológica y la madurez fenólica: “Que cambie el clima provoca que la maduración de la uva se adelante o se retrase, y eso no es sencillo de evaluar y reparar una vez esta uva ya está en la bodega. Por ello, los futuros análisis deben pasar por controlar la uva en todos sus estados”.

Entrevista realizada a Blas Martínez (director técnico y responsable de Exportación de TDI) por Nina Jareño para la revista ENEO.