Háblenos brevemente de su empresa (instalaciones, personal…) y de la gama de productos que desarrollan.
Nuestra empresa tiene sus oficinas en Gavà (Barcelona), muy cerca del Aeropuerto. Aquí se centra la actividad principal de la sociedad y se desarrollan las labores comerciales, técnicas y de I+D+i. También tenemos una delegación en Madrid.
Actualmente trabajan en TDI un total de 13 personas entre comerciales, técnicos, personal de laboratorio y administrativo, dedicados exclusivamente a la analítica enológica. Un equipo joven, pero altamente cualificado y preparado. Es una empresa familiar, lo que nos permite ofrecer la flexibilidad de este tipo de empresas pero sin olvidar la calidad, el rigor y los medios de una gran empresa.
Nuestros productos están pensados y desarrollados únicamente para la Enología y adaptados a las necesidades del mercado. La amplia gama de productos que pueden ir desde el analizador más sofisticado hasta un simple valorador nos permiten aconsejar en cada momento al cliente el producto que más se adecua a sus necesidades. Nuestra cartera es la única que puede ofrecer a la vez analizadores químicos y analizadores por IRTF.
Presumen de ser los pioneros en España en analítica enológica y de los analizadores secuenciales. ¿Cómo se realizaba esta labor hasta la irrupción en el mercado de sus equipos?
Cuando llegué a España, procedente de Francia, en el año 1986, el sector vinícola estaba en una fase en la que únicamente las grandes bodegas podían acceder a la compra de material de análisis debido al elevado coste del mismo y sólo se podía rentabilizar si se realizaban muchas muestras. Las pocas empresas equipadas utilizaban la técnica del flujo continuo. Esta técnica, también utilizada en Francia, era compleja, engorrosa y cara.
Una vez conocida y estudiada la idiosincrasia del mercado español, pudimos investigar y desarrollar el material preciso, totalmente adaptado a las bodegas españolas. Esto supuso un gran esfuerzo humano y económico que ninguna gran empresa quiso realizar ya que se trataba de un mercado muy pequeño. Los analizadores secuenciales aportaron, de esta forma, facilidad, comodidad y costes analíticos mucho más bajos. Paralelamente desarrollamos toda una gama de reactivos enzimáticos liofilizados y reactivos colorimétricos, convirtiéndonos de esta forma en la primera y única empresa del sector que ofrecía un servicio integral, es decir: máquina, reactivo y asesoramiento enológico.
¿Qué cree que ha aportado su empresa al sector a lo largo de estos más de 25 años?
Me gustaría creer que he aportado un grano de arena al sector. Desde el inicio he predicado la importancia del análisis para conseguir la calidad. En estos 27 años TDI ha realizado una gran labor pedagógica. Cuando llegué al mercado español muchas bodegas no daban la importancia que se merece al laboratorio, era el gran olvidado en el momento de las inversiones. Hoy, todo el mundo tiene claro que se tiene que apostar por la calidad y para ello es necesario controlar todo el proceso de elaboración del vino y progresar analíticamente. TDI se ha convertido en la empresa líder del sector, ya que como le decía antes, además de vender las máquinas y el reactivo ofrecemos también el asesoramiento que tanto las bodegas como los laboratorios enológicos precisan.
¿Con qué equipos de análisis debería contar hoy en día todo enólogo?
Todo depende del tipo de bodega. Por ejemplo, podemos encontrar desde una bodega muy pequeña que puede equiparse con un ebullómetro o destilador, un pH-metro y un analizador semi automático Jolly que le permitirá analizar con precisión más de 20 parámetros, hasta una gran bodega que podrá tener conjuntamente un analizador IRTF + UV/Vis (Bacchus 3 Multispec) y un analizador químico Miura.
Actualmente los enólogos están preparados y saben que si se quiere hacer calidad han de dotar sus laboratorios con algunos instrumentos imprescindibles. TDI, al tener una amplia gama de analizadores, puede aconsejar en todo momento el instrumento más adecuado para cada ocasión.
Su gama está ideada para el trabajo en laboratorio. ¿Han pensado en desarrollar también equipos portátiles que el viticultor pueda llevar consigo para análisis de campo?
Es cierto que últimamente han aparecido en el mercado una serie de pequeños equipos que dicen poder analizar directamente en la viña, pero si se quieren realizar análisis rigurosos y de precisión, no son suficientes. Nuestros analizadores están preparados para el laboratorio, donde se reúnen las condiciones idóneas para poder realizar los análisis con la mayor fiabilidad y rigor posibles. No obstante, nuestras máquinas también pueden utilizarse en la recepción de vendimia. Precisamente, nuestro nuevo analizador Bacchus 3 está pensado para poder realizar las dos funciones. Puede estar en laboratorio, pero en época de vendimia puede trasladarse fácilmente a la recepción. Su modularidad permite al propio enólogo trasladarlo sin necesidad de tener que recurrir a nuestros técnicos.
Pese a la buena fama y el reconocimiento internacional de nuestros vinos, su consumo en España ha caído en los últimos años. ¿En qué medida le ha afectado esta situación a la industria de equipos para análisis enológicos? ¿Y a TDI?
La fuerte crisis que está atravesando nuestro país es evidente que perjudica a todos los sectores, incluido el enológico. Desgraciadamente, se han cometido muchas locuras y algunas bodegas se han quedado en el camino. La crisis hace que la demanda de analizadores haya disminuido, pero es en estos tiempos cuando no te puedes rendir, has de trabajar mucho más fuerte y sobretodo ofrecer una mayor calidad en los productos y en los servicios. TDI, a pesar de la crisis, continúa investigando y desarrollando nuevos equipos y técnicas.
¿Cuán importante es para su empresa la investigación y el desarrollo? ¿Cuánto destinan a este fin (personal, recursos financieros, instalaciones…)?
Como he dicho anteriormente, solo sobrevivirán a esta crisis las empresas que inviertan en proyectos y avancen tecnológicamente. Es por ello que durante cuatro años, TDI ha participado activamente en colaboración con la Universidad Rovira i Virgili y con varias bodegas, entre ellas Bodegas Miguel Torres encargada de liderar el proyecto Cenit-Demeter, estudiando temas de maduración fenólica. Actualmente, a pesar de haberse terminado dicho estudio, continuamos colaborando con la URV para profundizar aún más en los resultados obtenidos. También continuamos con el desarrollo de nuevos instrumentos y técnicas analíticas y esperamos poder presentar novedades en poco tiempo.
¿Con qué argumentos trataría de convencer a un posible comprador para que adquiera un equipo TDI en lugar de otro de un competidor?
Me va a permitir que no desvele mis armas comerciales. No obstante es evidente que nos avalan muchos más años de experiencia. Somos los únicos del mercado que nos dedicamos exclusivamente a la Enología, nuestros competidores, recién llegados al mercado enológico, provienen del sector clínico u otros; por ello siempre decimos que somos los únicos especialistas y los únicos creadores de las técnicas. De todas formas, respondiendo a su pregunta le diría a un posible comprador, lo que dice el eslogan de nuestra campaña publicitaria de este año: “Analice de cerca nuestros productos y verá la diferencia.TDI satisface sus necesidades”
Su empresa cuenta con una nueva filial en Francia. ¿Cuál es el balance y el índice de penetración de TDI en el mercado internacional?
Si, en el 2012 hemos creado TDIF nuestra filial en Francia. Su actividad se centra principalmente en el desarrollo de los infrarrojos para Enología. TDIF también es el centro de exportaciones de TDI. Conjuntamente con TDI ya se está exportando a países como Portugal, Suiza, Chequia, Rumania, Hungría, Moldavia y Rusia entre otros. También empiezan a llegarnos peticiones de distribución desde puntos de fuera de Europa como Australia, América o Sudáfrica.
TDI participó en la pasada edición de Enomaq 2013. ¿Cómo valoraría su paso por el salón?
Efectivamente, hemos estado en Enomaq 2013. Por el hecho de la crisis teníamos cierto temor de que no acudiera mucha gente y estamos gratamente sorprendidos por la afluencia de visitantes al certamen. Habíamos invertido mucho esfuerzo tanto económico como físico. Ahora toca sacarle rendimiento a los numerosos contactos obtenidos en la Feria.
¿Qué novedades presentó? Descríbalas, por favor.
En el stand presentamos toda la gama de analizadores tanto químicos como por infrarrojos, además de valoradores y destiladores. Como novedades presentamos dos productos: el nuevo Miura y el Bacchus 3.
El Miura presenta considerables mejoras respecto a los anteriores modelos como pueden ser, entre otras, el sistema de movimentación rotatorio, lavado automático de cubetas de reacción y lectura, un fotómetro de gran calidad y se ha mejorado su sistema de dosificación. De esta forma hemos logrado un analizador con una relación calidad precio excelente y ofrecer, otra vez, a los clientes un nuevo ahorro en el consumo de reactivos.
Con el Bacchus 3 hemos conseguido bajar los costes de mantenimiento y de reparación, su manejo es más sencillo y su precio de adquisición es más competitivo y todo ello sin perder ninguna de las cualidades técnicas de su antecesor, el Bacchus II que ya estaba considerado el más fiable y tecnológicamente más avanzado del mercado.